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Ukemi

    En un primer vistazo a Ukemi (caídas), parece simple caer de forma segura cuando se recibe una técnica. Es, por supuesto, muy importante ser capaz de caer con la menor posibilidad de dañarse, particularmente en Randori, debida a su naturaleza impredecible. A pesar de ello, hay otras razones para ser competente a la hora de realizar caídas. 

    Es imposible defenderse de forma efectiva contra una técnica, a menos que se entienda cómo se aplica. Además, no es posible sobresalir en la aplicación de técnicas sin pasar por el entendimiento de Ukemi. Por lo tanto, la experiencia en las caídas otorga un vision interna de la mecánica y la reacción que envuelve una proyección. También, cuanto más habilidosa sea la caída, con mayor dinamismo se programa recibir una técnica, lo que ayudará a otros compañeros a mejorar.

    Si existe un miedo a ser proyectado, será difícil conseguir un gran nivel y una buena comprensión en Aikido. Se debe crear una buena confianza para superar estos miedos aprendiendo a caer correctamente por uno mismo para empezar y posteriormente, ser proyectado durante la práctica. En ese punto, se perderá el miedo a atacar o ser atacado, lo que permitirá disfrutar de la experiencia completa del Aikido.

    Ganar una competición no debe ser una preocupación. Si se participa en una competición con la única idea de no perder, inmediatamente se toma una actitud rígida y defensiva, lo cual es un estado inadecuado para practicar un buen Aikido. La misma situación ocurre si se practica con la intención de no ser proyectado, lo que no es una buena conducta para aprender.

    En Randori, el objetivo es desarrollar la velocidad y el movimiento libre. Es importante concentrarse en adquirir las habilidades necesarias sin molestarse por ser proyectado. En este momento, se conseguirá la capacidad de usar estas habilidades tanto en ataque como en defensa según surjan las oportunidades.

    Aprender Ukemi sigue una simple progresión. Se debe comenzar a practicar uno mismo en posiciones cercanas al suelo con menos movimiento y, así, progresar a mayores alturas con mayor movimiento. De forma gradual se debe comenzar despacio e ir aumentado la velocidad. Una vez superado, se puede practicar el ser proyectado por un compañero comenzando despacio de nuevo y, cuidadosamente, aumentar la velocidad e intensidad. Es importante que Ukemi forme parte de casi cada sesión de entrenamiento.

    Las caídas que más se practican en Aikido Shodokan son:

    Esta caída se utiliza cuando se es empujado hacia atrás. Es una de las más comúnmente utilizadas y de las primeras a aprender. Es particularmente importante cuando se hace esta ukemi aprender a evitar un daño en la cabeza o en la columna vertebral. Para proteger la cabeza se debe pegar la barbilla al esternón, evitando que, al caer hacia atrás, se golpee el tatami  mientras se rueda. Para proteger la columna vertebral, es necesario sentarse completamente sobre el talón con el cual se dará un paso hacia atrás (o ambos talones cuando se realiza la caída de forma más pausada) antes de rodar. El objetivo de esta práctica es realizar estos movimientos sin pensar.

    Paso 1 – Supino (tumbado boca arriba)

    Para comenzar, se ha de tumbar con las rodillas flexionadas y los pies separados. Es importante apoyar el mentón en el torso, por lo que se ha de levantar la cabeza del tatami. En este punto se extienden los brazos en el frente cruzados.

    Manteniendo los brazos extendidos, se han de llevar a ambos lados del cuerpo y golpear el tatami con el brazo completo y las palmas de las manos al mismo tiempo. El ángulo entre cada brazo y el cuerpo debe ser alrededor de 40˚. Una vez se ha golpeado el tatami, rápidamente se llevan los brazos hacia la posición inicial.

    Paso 2 – Sentado.

    Desde una posición de sentado con los pies juntos y las piernas rectas, se debe rodar llevando el mentón hacia el esternón, redondeando la espalda, doblando las piernas y llevando las rodillas hacia el pecho. Cerca de el final de la caída, se deben extender las piernas y elevar las caderas. Al final de la caída, los hombros deben estar en contacto con el tatami, el mentón en contacto con el pecho y el cuerpo recto con los pies ligeramente delante de la cabeza.  Cuando el cuerpo vuelve hacia abajo en el movimiento inverso, se regresa a la posición inicial.

     El movimiento completo desde el comienzo hasta el final se realiza suavemente usando la inercia de rodar para elevar las caderas. Se recomienda practicar únicamente el rodar para comenzar y luego añadir el movimiento del brazo para golpear el tatami como en el paso 1. Esto se realiza cuando las escápulas entran en contacto con el tatami, permitiendo a los brazos caer hacia los lados de forma natural con el ritmo de la caída. Mover los brazos demasiado pronto aumenta el riesgo de sufrir lesiones en los hombros y, hacerlo más tarde puede hacer la caída poco efectiva.

    Paso 3 – Agachado

    Esta etapa de la caída es similar a la anterior, pero la posición de inicio debe ser modificada. Se comienza en una posición agachada o de cuclillas llamada sonkyo: equilibrado sobre los dedos de los pies con las rodillas separadas, el torso recto y las manos apoyadas en las rodillas. En este punto, ha de llevarse las rodillas juntas y acurrucarse. El siguiente paso es rodar hacia atrás manteniendo el mentón sobre el esternón.

    Cuando la caída está a punto de terminar, se han de levantar las piernas y elevar las caderas. Finalmente, los hombros han de estar en contacto con el tatami, el mentón conectado con el tórax  el cuerpo recto con los pies ligeramente adelantados a la cabeza. Cuando el cuerpo vuelve a bajar, se deben realizar los movimientos inversos para acabar en la posición inicial. Pueden utilizarse las manos para levantarse en la posición de sonkyo si fuera necesario. Primero ha de practicarse únicamente la caída rodando, para luego añadir el golpe con los brazos en el tatami como en el paso 2.

    Paso 4 – De pie

    El paso final comienza desde una posición de pie. Sin mover los pies, de arquearse la espalda hacia atrás tanto como sea posible, llevando la barbilla hacia el pecho. Cuando se alcance el límite, se ha de dar un paso hacia atrás, llevar los pies juntos e inmediatamente encorvarse a la posición de cuclillas y continuar la caída sin detenerse como en el paso 3.

    Cuando el cuerpo llega abajo, al final de la caída, se han de hacer los movimientos inversos para volver ala posición de cuclillas, luego de pie y dar un paso hacia adelante para llegar a la posición inicial. Es posible utilizarla mano para levantarse en cuclillas si es necesario.

    De nuevo, tras dominar la caída, se debe añadir el golpe en el tatami con la mano, cuando la caída sea suave y se haya ganado confianza. Desde aquí, se pueden comenzar a practicar caídas siendo empujado; siempre comenzado despacio y gradualmente conseguir velocidad e intensidad al conseguir mayor habilidad y confianza.

    Esta caída se utiliza como paso intermedio hacia Zenpō kaiten ukemi (caída rodando hacia delante) y Tobi ukemi (caída «voladora») debido a que ambas acaban en la misma posición. 

    Paso 1 – Supino (tumbado boca arriba)

    En este primer paso, se comienza tumbado sobre la espalda y medio girado sobre el lado izquierdo. El tatami debe estar en contacto con el lado externo de la pierna izquierda, el lado izquierdo del cuerpo y el brazo izquierdo (a unos 40º del cuerpo). El brazo debe estar en contacto con el tatami desde el hombro a la palma de la mano. La pierna izquierda debe estar suavemente flexionada y la pierna derecha lo suficientemente flexionada para poder apoyar cómodamente la planta del pie en el tatami con los dedos de los pies levemente girados hacia dentro.

    Desde esta posición, se ha de levantar las piernas y las caderas de forma que la partes superior de la espalda sea el único contacto del cuerpo con el tatami. Este ejercicio consiste en girara sobre el lado derecho y llevar las piernas abajo para finalizar en el lado derecho con una posición similar a la posición inicial invertida («espejo»). El brazo derecho y ambos pies deben hacer contacto con el tatami al mismo tiempo. El ejercicio debe repetirse de un lado hacia el otro.

     Esta posición se utiliza cuando se termina Zenpō kaiten ukemi y Tobi ukemi por lo que es importante caer correctamente para evitar lesiones. Se debe evitar cruzar las piernas o llevar los pies uno encima de otro al caer. Cuando se cae hacia la izquierda, por ejemplo, no ha de extenderse la pierna derecha demasiado para evitar que el talón golpee el tatami, si no que debe hacerlo la planta del pie. También es importante asegurar que la pierna derecha con el rodilla y los dedos apunten hacia la izquierda porque aterrizar sobre el borde interno del pie puede causar una lesión de rodilla.

    Paso 2 – Agachado 

    Se debe comenzar desde la posición de sonkyo, equilibrado sobre los dedos de los pies con las rodillas separadas, el tórax recto y las manos sobre las rodillas. Se ha de extender la pierna izquierda sobre el lado derecho deslizando el pie izquierdo a través del tatami. Al mismo tiempo, llevar el brazo izquierdo hacia la derecha pero manteniendo la mirada hacia delante.

    Se debe mantener la mirada hacia delante mientras se rueda suavemente sobre el lado izquierdo y se golpea el tatami con el brazo izquierdo. El momento de la caída debe levantar el cuerpo y mientras baja de nuevo, se ha de golpear el tatami con el brazo izquierdo y ambos pies al mismo tiempo para acabar en la posición descrita en el paso 1. Es importante mantener la mirada hacia delante mientras se aterriza sobre un lado; esto es el detalle que la distingue de Kōhō ukemi. Este ejercicio se debe repetir a cada lado.

    Paso 3 – De pie

    Este Paso comienza en la posición de pie mugamae, sosteniendo el nudo del cinturón con la mano izquierda mientras se da un paso hacia delante con el pie izquierdo. Tras deslizar el pie derecho a través del tatami hacia el lado izquierdo, se deben mantener los dedos del pie derecho en contacto con el tatami. Cuando se deja caer sobre el pie izquierdo, se ha de rodar suavemente sobre la derecha golpeando el tatami con el brazo izquierdo al final de la caída.

    El momento de la caída ha de levantar el cuerpo y tal como baja de nuevo, se debe golpear el tatami con la mano derecha y ambos pies al mismo tiempo para terminar en la posición descrita en el paso 1. Es importante mantener la mirada hacia delante durante esta caída. Al igual que las anteriores, se deben practicar ambos lados.

    Esta ukemi es utilizada cuando se es lanzado hacia delante. La posición final es la misma que la utilizada en Yoko ukemi, por lo que debe practicarse primero.

    Paso 1 – Sobre una rodilla

    Desde una posición de bipedestación, se ha de llegar a una posición abajo sobre la rodilla izquierda y apoyar el lateral de la mano tegatana sobre el tatami en el interior del pie derecho. Apuntando los dedos hacia atrás y colocando el codo hacia delante, se conseguirá curvar suavemente el brazo.

    Al apoyar la mano izquierda sobre el tatami se deben colocar los dedos mirando hacia delante inmediatamente detrás de la mano derecha. El brazo izquierdo también ha de estar suavemente curvado de forma que los brazos y las manos formen un círculo cuyo ángulo se encuentre delante de uno mismo. 

    A continuación, se debe girar la cabeza hacia un lado de manera que se mire hacia atrás a la vez que se empuja hacia delante con la pierna izquierda. Es importante tratar de evitar llevar peso hacia las manos, evitando doblar los brazos. En este momento, se ha de girar suavemente sobre el brazo derecho y cruzar de forma diagonal la espalda desde el hombro derecho hasta la cadera izquierda. La caída finaliza sobre el lado izquierdo del cuerpo, al igual que Yoko ukemi, con el brazo izquierdo y ambos pies golpeando el tatami al mismo tiempo. Al igual que cada ejercicio, no se debe olvidar la   práctica del otro lado del cuerpo.

    Paso 2 – De pie

    Desde la posición de mugamae, con lo pie derecho adelantado, se ha de flexionar el brazo y colocar la mano derecha en tegatana sobre el tatami delante y en el izquierdo del pie derecho con los dedos dirigidos hacia atrás. El momento del paso hacia delante y el impulso con la pierna izquierda son la base para rodas hacia delante como en el Paso 1.

    Se ha de tratar evitar llevar peso sobre la mano, manteniendo el brazo recto y rodando suavemente sobre el brazo derecho y en dirección diagonal sobre la espalda desde el hombro derecho hacia la cadera izquierda. La caída finaliza sobre el lado izquierdo del cuerpo al igual que Yoko ukemi con el brazo izquierdo y ambos pies golpeando el tatami simultáneamente. Al igual que las anteriores, se debe repetir en el lado contrario.

     

     

     

     

     

     

    El objetivo de esta práctica consiste en caer de forma segura y aprender a disipar la energía de ser lanzado para poder acabar la caída en el suelo tumbado. Sin embargo, una vez que se realiza de forma efectiva, se debería ser capaz de usar el momento para rodar y levantarse al final de la caída.   

    Esta caída se utiliza en técnicas como Kote gaeshi y Sumi otoshi. La caída para Kote gaeshi se práctica primero y es más compacta y fácil de aprender. En Sumi otoshi los brazos deben estar extendidos por lo que la caída es mucho más alargada y requiere más confianza. Es necesario ser competente primero en las caídas consistentes en rodar antes de probar con estas.

    Si se sirve de ayuda de algún compañero para practicar esta ukemi o se lanza a alguien en una técnica que resulta en una Tobi ukemi, se tiene la particular responsabilidad de la seguridad de nuestro compañero. Primeramente, nunca debe soltarse el brazo del compañero con el que practicamos hasta que haya completado la caída y aterrizado de forma segura en el tatami. En segundo lugar, se le debe apoyar para permitirle completar el giro en el aire. Esto generalmente significa mantener las manos a la altura de la cintura o tirar de ellas hacia arriba hasta la altura de la cintura al final de la caída, de forma que se ayude al compañero mientras se encuentra en una postura estable.

     

     

     

     

     

     

     

    Kote gaeshi

    La persona dispuesta a caer se coloca desde una posición de pie con el pie derecho delante. El compañero que ayuda se ha de encontrar de pie al lado izquierdo sosteniendo la mano derecha de quien va a caer. Como ayuda puede realizarse el agarre normal de Kote gaeshi. Con el antebrazo delante, se ha de balancear la pierna izquierda hacia arriba y a la vez lanzar la parte superior del cuerpo hacia delante sobre el antebrazo. Es importante continuar mirando hacia la misma dirección en la que se ha rotado sobre el brazo.

    El compañero debe apoyar de tal forma que quien realiza la caída no se suelte. Una vez el cuerpo ha girado sobre el antebrazo, el brazo se colocará recto y preparará el cuerpo para la posición final, similar a Yoko ukemi y Zenpō kaiten ukemi con el cuerpo, brazos y piernas aterrizando en el mismo tiempo. 

    Cuando se consigue la confianza y competencia, se puede pasar a una aplicación básica de Kote gaeshi y aumentar gradualmente la velocidad y potencia de la técnica. Cuando sea aplicado Kote gaeshi a la velocidad  debida, el objetivo debería ser girar el cuerpo sobre el brazo  tanto como sea posible antes de comenzar la caída.

    Sumi otoshi

    Esta caída se comienza desde una posición de pie con el pie derecho adelantado. La persona que asiste la caída se coloca a la izquierda con el pie izquierdo adelantado y de cara a la persona que cae. Éste sostiene la muñeca y la parte distal del antebrazo con ambas manos. Lleva el brazo hacia la derecha para mantenerlo extendido, eleva la mano y la lanza rápidamente con los brazos extendidos mientras da un profundo paso hacia delante con la pierna izquierda. La persona que cae avanza con el pie izquierdo a la vez que el otro se mueve y gira hacia la derecha para mirar en el sentido contrario pivotando con el pie derecho. Se ha de dejar la parte superior del cuerpo flexionada hacia delante y balancear la pierna hacia arriba mientras el asistente lanza sus manos. Usando este momento, se debe girar y caer en la misma posición que Kote gaeshi con el cuerpo, brazo y piernas aterrizando al mismo tiempo.

    La persona que realiza la técnica debe apoyar a su compañero tirando de sus manos hacia atrás con el cuerpo mientra se cae. También debe mantener el equilibrio y puede hacerlo mediante un paso hacia delante con el pie derecho si fuera necesario. Gradualmente se debe incrementar la velocidad y potencia de la técnica conforme se gane competencia y confianza. Cuando se aplica Sumi otoshi a la velocidad adecuada, se debería tener como objetivo girar hacia la dirección contraria tanto como sea posible antes de comenzar la caída.

    Nariyama, T. (2010), Basics. Aikido Randori (p. 48-54). Osaka: Shodokan.